Para la distribución y administración de combustible gaseoso o líquido es imprescindible un sistema dispensador de combustible. Los dispensadores de bomba de combustible son aparatos para reabastecer contenedores portátiles, barriles de almacenamiento y automóviles con petróleo líquido. El petróleo, el diésel, la gasolina y el petróleo son ejemplos de estos combustibles. Los dispensadores de gasolina facilitan el transporte más sencillo de gases entre ubicaciones mediante la recarga […]
Para la distribución y administración de combustible gaseoso o líquido es imprescindible un sistema dispensador de combustible. Los dispensadores de bomba de combustible son aparatos para reabastecer contenedores portátiles, barriles de almacenamiento y automóviles con petróleo líquido. El petróleo, el diésel, la gasolina y el petróleo son ejemplos de estos combustibles. Los dispensadores de combustible de gasolina facilitan el transporte más sencillo de gases entre ubicaciones al recargar vehículos o equipos que funcionan con gas de síntesis o hidrógeno.
En una estación de servicio, un dispensador de combustible es un dispositivo que bombea diversos combustibles a los automóviles, incluido queroseno y biocombustibles como biodiesel, gasolina, diésel, GNC, CGH2, HCNG, GLP y LH2.
Dispensadores de bombas de combustible se construyen de manera diferente según el tipo de petróleo que están destinados a contener. Las propiedades del combustible, como la volatilidad, la combustibilidad y el punto de ebullición, tienen un gran impacto en el diseño y la configuración del dispensador. Los grupos típicos de combustibles líquidos incluyen los siguientes:
El diésel, la gasolina y el queroseno son ejemplos de combustibles derivados del petróleo. A diferencia de la combustión directa, los combustibles derivados del petróleo líquidos se encienden cuando sus vapores tocan una fuente de ignición. Posteriormente, el líquido se evapora y deja de existir como vapor. El queroseno se utiliza como combustible para calefacción, componente de combustibles para aviones y cohetes y aditivo diésel para prevenir problemas relacionados con las bajas temperaturas, además de ser el combustible principal para los automóviles (gasolina y diésel).
El GLP y el GNC son ejemplos de combustibles que son combustibles. Si bien el metano es el ingrediente principal del GNC, el isobutano y el propano constituyen el GLP. Su característica de combustión limpia necesita una presión constante debido a sus bajas temperaturas de ebullición. Cocinar y calentar son dos usos adicionales del GNC y el GLP además de ser combustible para vehículos motorizados.
Entre los alcoholes utilizados como combustible para automóviles o como aditivos para combustibles, además de en los dispensadores de gasolina, se encuentran el etanol, el butanol y el metanol.
Ejemplos de combustibles líquidos inusuales o especializados incluyen amoníaco, biodiesel, hidrógeno líquido y combustibles sintéticos.
El término “gases combustibles” se refiere a algunos combustibles que son de naturaleza gaseosa. A veces se utilizan para alimentar automóviles, además de quemadores de gas, calentadores y estufas. Las farolas iluminadas con gas consumían gas combustible antes de la adopción generalizada del alumbrado público eléctrico.
Hay dos grupos principales de gas combustible:
Incluye propano, butano y GLP regasificado, que se produce como subproducto del refinado del petróleo. Los depósitos de gas natural en los yacimientos de gas incluyen inherentemente gas natural en su forma sin comprimir o GNC.
Término utilizado para describir los gases combustibles producidos artificialmente, principalmente mediante gasificación. Estos gases incluyen biogás, gas de síntesis, gas de madera, gas de agua y gas de carbón. El gas manufacturado se utilizó históricamente para cocinar e iluminar hasta mediados del siglo XX, y ahora se utiliza como combustible para motores de combustión o turbinas de gas.