Las bombas manuales de transferencia ofrecen una solución portátil y asequible para mover fluidos sin electricidad. Siguen siendo eficaces para diversas aplicaciones, incluidas la transferencia de combustible, aceite y agua subterránea. Antes de que las bombas de transferencia de combustible eléctricas se generalizaran para la transferencia de fluidos, las bombas manuales se encargaban del trabajo pesado de mover combustible y líquidos del punto A al punto B. Repasemos estos […]
Bombas manuales de transferencia Ofrecen una solución portátil y asequible para mover fluidos sin electricidad. Siguen siendo eficaces para diversas aplicaciones, como la transferencia de combustible, petróleo y agua subterránea.
Antes de la electricidad bombas de transferencia de combustible Cuando se generalizaron las bombas manuales para la transferencia de fluidos, se hizo el trabajo pesado de mover combustible y líquidos del punto A al punto B. Repasemos estas bombas sencillas que aún hoy ofrecen una capacidad de transferencia de líquidos portátil y asequible.
Las bombas de transferencia utilizan principios de desplazamiento mecánico simples para succionar y mover fluidos. Una palanca manual acciona un mecanismo de pistón interno dentro de una cámara sellada dentro del cuerpo de la bomba.
La palanca empuja el pistón a través de una carrera de admisión que hace entrar el fluido a través del puerto de entrada y la válvula de retención de entrada. Al empujar la palanca, se comprime el pistón a través de una carrera de descarga que cierra la entrada y fuerza el fluido a pasar a través de la válvula de retención de salida y a salir por el puerto de descarga.
Esta acción reciprocante genera succión y compresión para “bombear” el fluido desde la fuente de suministro hasta el recipiente de destino. Continúa cíclicamente mientras el operador accione repetidamente la palanca manual.
Los cuerpos de las bombas manuales utilizan materiales metálicos como aluminio, hierro o acero inoxidable para lograr mayor durabilidad, mientras que los componentes móviles internos incorporan materiales antidesgaste siempre que sea posible.
Los sellos y las válvulas suelen utilizar caucho Buna o Viton, mientras que los filtros de entrada tienen mallas poliméricas. Los pistones pueden utilizar empaquetaduras de grafito de carbono para evitar la derivación de fluido. Los brazos de palanca se conectan mediante pivotes lubricados.
Estos materiales resisten la mayoría de los fluidos comunes, desde bombas de transferencia diésel hasta anticongelante y agua. Los recubrimientos especiales brindan mayor resistencia química si es necesario.
Si bien funcionan conceptualmente de manera similar, las bombas manuales emplean diferentes diseños adaptados a diversas propiedades y aplicaciones de fluidos:
Opciones adicionales como caños, mangueras y medidores personalizan las bombas manuales para tareas específicas.
A pesar de la proliferación de bombas de transferencia de combustible eléctricas, las humildes bombas manuales aún ofrecen ventajas únicas:
Si bien la velocidad de bombeo es mucho menor que la de sus contrapartes eléctricas, las bombas manuales siguen siendo una solución de transferencia económica y liviana para combustibles, lubricantes y diversos fluidos de baja viscosidad. Ofrecen capacidad de respaldo si fallan las bombas principales y confiabilidad cuando no hay electricidad disponible. Además, el diseño básico deja poco que se rompa.
Para la transferencia de bidones portátiles o para las necesidades de lotes pequeños, la simplicidad y flexibilidad de la bomba manual siguen siendo suficientes. Y a los fabricantes les gusta Aocheng Seguimos avanzando en la tecnología de las bombas manuales para lograr una mayor durabilidad, eficiencia y comodidad. Ya sea para una bomba de transferencia de diésel o una bomba de transferencia de aceite, estos dispositivos siguen siendo invaluables.
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